- 1 kg de uvas sin semilla rosadas.
- 1/2 kg de azúcar.
- ½ taza de agua.
Lava muy bien las uvas, si quieres obtener una mermelada suave, deberás pelarlas con las manos hasta que no queden restos.
Mezcla las uvas con el azúcar y lleva al refrigerador durante toda la noche.
Al día siguiente, toma una cacerola y agrega la mezcla la cual comenzarás a cocinar lentamente.
Si las uvas destilaron su jugo mucho mejor, deberás revolver constantemente para que lo sigan desprendiendo. Si ves que la mezcla está muy seca agrega pequeños chorritos de agua, de manera de ir diluyendo.
La idea es que obtengas la consistencia de la mermelada y que no te quede una mezcla muy aguada, por ello siempre debes estar atenta a la preparación.
Este proceso tarda aproximadamente una hora, algunas veces un poco más.
Si deseas guardarla en conserva, utiliza un frasco hermético y esterilízalo para que la mermelada no pierda sus propiedades y se deteriore.
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